Último fin de semana del año en el Arroyo Fredes, en la 2da Sección de islas, con Lau, Graciela y Rodolfo.
martes, 31 de diciembre de 2013
Delta del Paraná
Último fin de semana del año en el Arroyo Fredes, en la 2da Sección de islas, con Lau, Graciela y Rodolfo.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Hoy viajamos a La Matanza
Documento del Congreso del Partido Justicialista - Provincia de Buenos Aires
Los miembros del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, reunidos en la ciudad de La Matanza, en este "Congreso Provincial Néstor Carlos Kirchner", denominado así por quien fuera el líder de un proyecto nacional transformador para nuestro país y nuestra provincia, ratificamos nuestro apoyo al gobierno de nuestra Presidenta y Conductora, Cristina Fernández de Kirchner; así como también expresamos nuestro firme respaldo al gobierno de nuestra provincia, encabezado por el compañero Daniel Scioli.
Hoy nos reunimos luego de un proceso eleccionario interno del cual ha resultado electo el compañero Fernando Espinoza como Presidente del Consejo del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires y ha elegido también a los 135 presidentes distritales del PJ en cada uno de los municipios.
Nuestro Partido, que fundaran Juan Domingo Perón y Eva Perón, constituye en el nivel provincial la estructura partidaria que concentra el mayor número de afiliados de los partidos políticos del país y posee una base territorial afirmada en la militancia y el trabajo de hombres y mujeres, de intendentes, de legisladores nacionales y provinciales, funcionarios y concejales que junto al movimiento obrero organizado y los jóvenes conllevan por elección propia la responsabilidad de pensar y actuar por los valores del Justicialismo y por la felicidad del pueblo de nuestra provincia.
Por ello queremos un partido donde se generen debates y concensos para poder engrandecernos y enriquecer nuestro accionar, incorporando las ideas de todos los bonaerenses, interactuando y relacionandonos con todos los sectores democráticos que conforman nuestra sociedad. Buscamos un Justicialismo amplio, participativo, moderno y dinámico; el que sólo es posible en una sociedad democrática como la nuestra. Todo bonaerense que tenga algo que decir será escuchado por el Partido Juusticialista de Buenos Aires, configurando de esta manera un partido abierto y capaz de canalizar las aspiraciones de todos los bonaerenses.
Frente a la aparición de partidos y candidatos esporádicos con fines electoralistas, les decimos que nuestro partido tiene las puertas abiertas a todas las expresiones populares de nuestra provincia para seguir afirmando la institucionalización del Movimiento, porque no es el hombre el que vence al tiempo sino la organización. Y como dijo una vez Perón, dirigiéndose a las compañeras y los compañeros en el primer Congreso Peronista: "Nuestra misión no la podemos cumplir en la corta vida de un hombre. Los hombres pasan y las naciones suelen ser eternas. En consecuencia, buscando esa eternidad para nuestra patria y la perennidad de nuestro movimiento, es necesario que lo organicemos con declaraciones de principios, con doctrinas perfectamente establecidas y con cartas orgánicas que den a este movimiento la materialización orgánica que él necesita."
Así, organizarnos, difundir nuestra Doctrina y brindar apoyo y contención a la comunidad deben ser los postulados a seguir para el afianzamiento de nuestra estructura partidaria provincial. Ello implica dejar atrás las diferencias, ir por la unidad, por los consensos; y por eso este Congreso convoca a todos los que se dicen y sienten peronistas y no están dentro del partido, que vuelvan al Partido Justicialista. Tenemos los brazos abiertos para los hombres y las mujeres que quieran seguir transformando nuestra realidad, con Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.
Estamos finalizando un año que ha sido difícil producto de las múltiples complejidades que tenemos que enfrentar, tanto a nivel regional como internacional. En un mundo en el cual persisten una crisis económica y social con pocos precedentes, Argentina se encuentra con niveles de empleo impensados diez años atrás, con una industria nacional de pie y un piso de protección social construido sobre la base del fortalecimiento del Estado y los principios peronistas de la inclusión por sobre los privilegios. Asumimos desafíos que nos hacen sentir orgullosos, pero también nos obligan a estar más firmes que nunca para defenderlos y fundamentalmente para seguir trabajando con toda la fuerza para lograr el objetivo de levantar nuestra principal bandera: la Justicia Social. Como dijo nustra querida compañera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: "mientras haya un pobre en la Argentina nuestra tarea no estará concluida", este principio debe movilizar día a día a toda la militancia peronista.
Este proceso político transformador nunca dejará de pensar en los que más lo necesitan, en el mantenimiento de la paz social y en la búsqueda de una sociedad cada día más igualitaria, sostener estos principios requiere el apoyo de nuestra militancia y nuestra dirigencia, pero fundamentalmente el de nuestro Pueblo; porque sin un Pueblo convencido este camino sería aún más difícil.
Conscientes del rol que ha tenido históticamente el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires y que seguirá teniendo para el presente y el porvenir de Argentina, queremos dejar en claro la firme voluntad de nuestra fuerza política de seguir protagonizando las transformaciones de nuestra provincia y nuestro país; y queremos expresar nuestro convencimiento de que somos la única opción de progreso para nuestra Patria, porque el Justicialismo siempre ha estado a la altura de los desafíos. Por todo lo que hemos mencionado, convocamos a todos en unidad a seguir trabajando por la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación.
La Matanza, 27 de diciembre de 2013
domingo, 31 de marzo de 2013
Resarcimiento
El bar se iba vaciando de a poco. Prácticamente la de ellos era la única mesa
repleta. Y como sin darse por enterados, seguían pidiéndole al Gallego más para tomar.
Media hora después, cuando el resto de la gente ya se había retirado y algunos
borrachos se habían sumado al grupo, el Gallego bajó las persianas y ellos siguieron de
juerga. Bah, juerga es una manera de decir, en realidad se juntaban a tomar todos los
días, desde más o menos las seis de la tarde hasta bien entrado el nuevo día.
Siempre terminaban discutiendo, ya sea de fútbol, ya sea de política, de
cualquier tema. Esta noche habían terminado discutiendo sobre la existencia de Dios. El
viejo Juan decía ser muy creyente, no necesitaba de ninguna clase de prueba para creer
que el barba existía. Otros se mostraban más bien escépticos, pero al final, puestos
hipotéticamente en una situación difícil, casi todos terminaban reconociendo que “en un
caso así, como el que me planteás, obviamente rezaría y creería en Dios como el que
más”.
-Bueno, entonces, creés en Dios, no hay vuelta.
-Y sí, no me cuesta nada creer, por las dudas, viste.
-Yo no rezaría ni que se me esté muriendo la bruja –dijo el viejo Judas, famoso
por su ateísmo.
-Vos también, das cada ejemplo –lo interrumpió Mateo-, ¿quién rezaría por la
bruja?
Estallaron esas carcajadas roncas de viejo amanecido. De los doce que estaban a
la mesa ese viernes, solo Mateo, Pedro, Juan y el descreído Judas tenían todavía viva a
la patrona. Igual rieron todos de buena gana con la salida del viejo Mateo.
-Bueno, ponele que esté en un trance jodido –siguió Judas-, bien jodido. Igual no
rezo ni le pido nada a Dios. Si no existe, ¿para qué me voy a matar?
-¿Pero no te daría un poco de cuiqui? –dijo Pedro.
-¿Miedo? Lo que pasa que ustedes son una manga de viejos cagones. Y encima
putos. Son capaces de dejarse culiar por el Gallego por una botella más de vino.
-Ah, no, eso si que yo no –saltó Marcos que estaba calladito en un rincón-. Traé
dos más, Gaita. Acá está la guita. No sea que estos piensen que hay algo entre nosotros.
Vovieron a largar sus roncas carcajadas y tomaron el vino charlando de burros y
mujeres de antaño mientras sonaban unos tangos en la vitrola.
Ya el sol iba despuntando, no quedaba más plata para el vino ni había más
ánimo para otra truqueada. Poco a poco se fueron retirando. Pedro y Judas fueron los
últimos en salir. Como vivían uno cerca del otro siempre se iban juntos.
-La verdad que habías sido bastante hereje, vos, Judas, eh.
-Callate, Pedro. ¿Es obligación acaso creer en Dios?
-Qué sé yo, uno nunca sabe, ya estamos viejos nosotros. En cualquier momento
estiramos la pata y siempre es mejor estar cubierto.
A las dos cuadras escucharon unos gemidos, y se detuvieron en seco.
-¿Qué fue eso?
-No sé, sigamos –aconsejó Pedro.
-Pará, parece como si alguien estuviera pidiendo auxilio.
Se volvieron a escuchar los gemidos, esta vez más fuerte.
-Allá, mirá, en la vereda de enfrente –dijo Judas mientras señalaba un bulto
humano que trataba de arrastrarse sin éxito.
-Vayámonos de acá, haceme caso. Andá a saber si no es uno de esos negros de la
villa que nos quiere afanar.
El tipo que estaba tirado alcanzó a ver las siluetas de Pedro y Judas en la vereda
opuesta y sacó fuerzas de donde no tenía para gritar pidiendo ayuda. Vio como los
hombres de enfrente hablaban entre ellos, los veía borrosamente, sentía que la vida se le
iba por esos orificios de bala.
-Oor favoooó –pudo decir.
Vio como uno de los hombres se alejaba. El otro miró a su compañero hasta que
dobló en la esquina. Luego el moribundo sintió unos pasos que se le acercaban y ya no
recordó más nada.
Despertó a los tres días en una cama de hospital. Apenas le quedaban las marcas
de los tiros que la policía le había dado en las manos y en los pies “por hablar boludeces y
por viyero”. Aunque todavía le dolía el costado donde lo habían sacudido a patadas
mientras estaba en el piso antes de dejarlo tirado. Pero se veía saludable, bien recuperado.
Entró una enfermera y le preguntó la edad.
-Treinta y tres –respondió.
-Hoy vino a preguntar por usted un tal Judas –le dijo la chica-. Dijo que mañana
volvería a pasar.
-Yo ya no voy a estar acá mañana.
-Se lo veía muy preocupado.
-Mañana cuando vuelva decile que le agradezco mucho. Que pronto voy a ir
visitarlo para llevarlo conmigo a la casa de mi padre.
repleta. Y como sin darse por enterados, seguían pidiéndole al Gallego más para tomar.
Media hora después, cuando el resto de la gente ya se había retirado y algunos
borrachos se habían sumado al grupo, el Gallego bajó las persianas y ellos siguieron de
juerga. Bah, juerga es una manera de decir, en realidad se juntaban a tomar todos los
días, desde más o menos las seis de la tarde hasta bien entrado el nuevo día.
Siempre terminaban discutiendo, ya sea de fútbol, ya sea de política, de
cualquier tema. Esta noche habían terminado discutiendo sobre la existencia de Dios. El
viejo Juan decía ser muy creyente, no necesitaba de ninguna clase de prueba para creer
que el barba existía. Otros se mostraban más bien escépticos, pero al final, puestos
hipotéticamente en una situación difícil, casi todos terminaban reconociendo que “en un
caso así, como el que me planteás, obviamente rezaría y creería en Dios como el que
más”.
-Bueno, entonces, creés en Dios, no hay vuelta.
-Y sí, no me cuesta nada creer, por las dudas, viste.
-Yo no rezaría ni que se me esté muriendo la bruja –dijo el viejo Judas, famoso
por su ateísmo.
-Vos también, das cada ejemplo –lo interrumpió Mateo-, ¿quién rezaría por la
bruja?
Estallaron esas carcajadas roncas de viejo amanecido. De los doce que estaban a
la mesa ese viernes, solo Mateo, Pedro, Juan y el descreído Judas tenían todavía viva a
la patrona. Igual rieron todos de buena gana con la salida del viejo Mateo.
-Bueno, ponele que esté en un trance jodido –siguió Judas-, bien jodido. Igual no
rezo ni le pido nada a Dios. Si no existe, ¿para qué me voy a matar?
-¿Pero no te daría un poco de cuiqui? –dijo Pedro.
-¿Miedo? Lo que pasa que ustedes son una manga de viejos cagones. Y encima
putos. Son capaces de dejarse culiar por el Gallego por una botella más de vino.
-Ah, no, eso si que yo no –saltó Marcos que estaba calladito en un rincón-. Traé
dos más, Gaita. Acá está la guita. No sea que estos piensen que hay algo entre nosotros.
Vovieron a largar sus roncas carcajadas y tomaron el vino charlando de burros y
mujeres de antaño mientras sonaban unos tangos en la vitrola.
Ya el sol iba despuntando, no quedaba más plata para el vino ni había más
ánimo para otra truqueada. Poco a poco se fueron retirando. Pedro y Judas fueron los
últimos en salir. Como vivían uno cerca del otro siempre se iban juntos.
-La verdad que habías sido bastante hereje, vos, Judas, eh.
-Callate, Pedro. ¿Es obligación acaso creer en Dios?
-Qué sé yo, uno nunca sabe, ya estamos viejos nosotros. En cualquier momento
estiramos la pata y siempre es mejor estar cubierto.
A las dos cuadras escucharon unos gemidos, y se detuvieron en seco.
-¿Qué fue eso?
-No sé, sigamos –aconsejó Pedro.
-Pará, parece como si alguien estuviera pidiendo auxilio.
Se volvieron a escuchar los gemidos, esta vez más fuerte.
-Allá, mirá, en la vereda de enfrente –dijo Judas mientras señalaba un bulto
humano que trataba de arrastrarse sin éxito.
-Vayámonos de acá, haceme caso. Andá a saber si no es uno de esos negros de la
villa que nos quiere afanar.
El tipo que estaba tirado alcanzó a ver las siluetas de Pedro y Judas en la vereda
opuesta y sacó fuerzas de donde no tenía para gritar pidiendo ayuda. Vio como los
hombres de enfrente hablaban entre ellos, los veía borrosamente, sentía que la vida se le
iba por esos orificios de bala.
-Oor favoooó –pudo decir.
Vio como uno de los hombres se alejaba. El otro miró a su compañero hasta que
dobló en la esquina. Luego el moribundo sintió unos pasos que se le acercaban y ya no
recordó más nada.
Despertó a los tres días en una cama de hospital. Apenas le quedaban las marcas
de los tiros que la policía le había dado en las manos y en los pies “por hablar boludeces y
por viyero”. Aunque todavía le dolía el costado donde lo habían sacudido a patadas
mientras estaba en el piso antes de dejarlo tirado. Pero se veía saludable, bien recuperado.
Entró una enfermera y le preguntó la edad.
-Treinta y tres –respondió.
-Hoy vino a preguntar por usted un tal Judas –le dijo la chica-. Dijo que mañana
volvería a pasar.
-Yo ya no voy a estar acá mañana.
-Se lo veía muy preocupado.
-Mañana cuando vuelva decile que le agradezco mucho. Que pronto voy a ir
visitarlo para llevarlo conmigo a la casa de mi padre.
domingo, 3 de febrero de 2013
Documento de las Organizaciones Kirchneristas a dos años del asesinato de Franco Almirón y Mauricio Ramos, 3 de febrero de 2013
A dos años de la masacre de José León Suárez, en la que
fueron asesinados por la policía bonaerense Franco Almirón y Mauricio Ramos,
jornada sangrienta en la que también casi deja su vida Joaquín Romero, las
organizaciones kirchneristas de San Martín, hermanadas bajo la consigna Unidos
y Organizados, junto a familiares y vecinos volvemos a gritar pidiendo justicia
por ellos. Porque reiteramos una vez más la lamentable cobertura periodística
de los grandes medios de comunicación: Canal 13, Telefe, Canal 9 y “periodistas”
como Chiche Gelblung, que por aquellas días hablaban de un “enfrentamiento”
armado entre policías y vecinos, estigmatizando así ante la opinión pública a
las víctimas y a los habitantes del Barrio Carcova. Peor aún, fue la
irresponsable intervención del Ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia
de Bs.As Ricardo Casal siendo unos de los voceros de la teoría del
“enfrentamiento”, reflejando una vez más la incapacidad y mediocridad de su
gestión en la Provincia.
Estamos convencidos de que sus muertes fueron muertes
evitables, claros casos de gatillo fácil, y que marchando por ellos ponemos de
manifiesto que sus vidas no fueron en vano, ya que hay un antes y un después a
partir del 3 de febrero de 2011. Porque
como bien se manifiesta en la Campaña Nacional Contra la Violencia
Institucional: No queremos más muertes de pibes ni de personas por la necedad
y la prepotencia de las fuerzas de
seguridad.
A raíz de este hecho luctuoso y en base al esfuerzo
militante de nuestras organizaciones, el año pasado se declaró el 3 de febrero
como el Día Municipal por la Eliminación de la Violencia Institucional,
en una clara muestra por parte de nuestro intendente Gabriel Katopodis de que
el Estado no puede desoír las demandas populares, ni permitir que tan
aberrantes hechos sigan ocurriendo.
Este año es cuando se llevarán a cabo los juicios a los
policías acusados de homicidas. Las organizaciones que conformamos Unidos y
Organizados convocamos a toda la sociedad a interpelar a la justicia para que
dicte sentencia ejemplar, a pesar de las fuertes presiones ejercidas desde
algunos sectores que todavía subsisten en las estructuras de las fuerzas de
seguridad. Esperamos que el próximo 3 de febrero nos congreguemos sabiendo que
la justicia haya estado a la altura del momento histórico que estamos viviendo,
donde la inclusión es un derecho, y nuestro objetivo como militantes es que en
nuestra Patria habrá justicia cuando verdaderamente se vea reflejada la
justicia social. Y esto sólo se logra con el pueblo en calle.
Este es un día para ejercitar la memoria y entendemos la
memoria como un proceso de reconstruir vida donde hubo muerte, luchando por la
dignidad y los derechos de nuestro pueblo. Queremos vida y no solo
supervivencia, que los derechos humanos incluyan a todas y todos. También
luchamos por un sistema judicial más democrático y popular, que no refleje
desigualdades económicas sino igualdad y equidad, un sistema que refleje
realmente el proyecto político que apoyamos, donde no se estigmatice la pobreza.
Siguiendo el Proyecto Nacional y Popular del gobierno de nuestra Presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, que desde lo más profundo de sus convicciones
nos plantea un nuevo paradigma de seguridad, el de la no represión a la protesta social y la profesionalización
de las fuerzas, por eso desde Unidos y Organizados decimos: “Seguridad es
incluir a nuestros pibes”.
¡JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS RESPONSABLES MATERIALES Y
POLÍTICOS!
ORGANIZACIONES FIRMANTES:
La Cámpora, Movimiento Evita, El Eternauta Fte. Transversal, Kolina,
Peronismo 26 de Julio, Corriente Peronista Descamisados, MUP, Nuevo Encuentro,
Segundo Centenario (Kolina), Corriente Nacional Martín Fierro, PRD (Kolina), El
Plumerillo (Proyecto Nacional), Agrup. La Duarte, FOS (Proyecto Nacional),
Compromiso Padre Mugica, Casa del Pueblo (Kolina), Frente de Diversidad x la
Igualdad, Octubres (Nuevo Encuentro)
martes, 29 de enero de 2013
Pinamar 2013 con Sabrina
Corría 1983 y con mi compañero de escuela Marcelo Fuentes
planeábamos ir a Pinamar. Ese verano había una fuerte campaña publicitaria con
este destino, imagino que impulsada por su municipalidad, cuyo leitmotiv era “Este verano me voy a
Pinamar” o algo así. La cuestión que tras un año de campaña electoral, primero
por la lista 51 del PJ que llevaban como precandidato a intendente de San
Martín a Emilio Cucaresse, y luego por Luder-Bittel, y Herminio Gobernador, ese
año de apertura democrática y derrotas electorales me terminé llevando nueve
materias y chau vacaciones. Pasaron los años, y pude conocer casi todas las ciudades
de la costa atlántica bonaerense, sólo me faltaba el ejido urbano de Pinamar y
sus ciudades vecinas. Finalmente, casi 30 años después, y tras de un largo año
de laburo me vine para estos lados. Acompañado de Sabri, que en el 83 no
existía ni en los sueños de sus padres, my
favourite niece.
Esta escapada era también una excusa para sacar a la ruta el
Clio que pegué. Mi primer cero. Salimos el viernes 25 a las 7:10, pusimos un CD
con canciones de los Red Hot Chili Peppers y después de un poco más de una
hora de tararear y cantar éxitos como Under the Bridge, Give it away y By the Way, cuando quisimos cambiar el compact, éste nunca salió del aparato.
Taquelotiró si es un auto nuevo y tendría que ir todo perfecto. Como somos de
naturaleza calma, no nos hicimos mucho drama y pusimos la radio. A las dos
horitas de viaje paramos en Lezama para estirar un poco las piernas. Llegamos a
destino a las 12:20 aproximadamente.
Mi costumbre es salir sin reservas de hoteles, siempre se
consigue algo, suelo decirme a mí mismo, y muchas veces a mejores precios que
lo que se ve por internet. No fue el caso este, ya que recorrimos varios
hoteles sin mucha suerte e incluso consultamos en una oficina de la Secretaría
de Turismo donde nos dijeron que tal vez, en una de esas, quizá, había lugar en
una hostería de Valeria del Mar. Finalmente nos tiramos a preguntar, más porque
nos gustó la fachada que con esperanza de conseguir alojamiento, en el Playas Hotel, y ahí sí –a un precio picante por cierto- conseguimos habitación “hasta
el martes o miércoles”.
Antes de alojarnos definitivamente, hicimos una parada en
Pancho Pueblo y le entramos a un par de hamburguesas. El viernes estuvo ventoso
así que no pudimos sacarnos las ganas de playa o de pileta. Por la noche
intentamos comer pastas en A' Mamma Liberata, pero esperamos casi una hora, y no
nos daban mesa. Cenamos en Subway, rico.
El sábado, el domingo y el lunes hubo un clima hermoso, y lo
aprovechamos a full. Playa, playa, pileta del hotel, y más playa. Hoy martes,
el día arrancó lindo, pero a media tarde se nubló y regresamos al hotel.
Salimos a comprar alfajores para regalar en medio de una lluvia persistente. Y así pasamos la tarde, en el patio del hotel, tomando unos mates y
comiendo alfajores.
El hotel cuenta con gimnasio, lo usé poco, pero lo usé. Dos
veces, 20’ de bici fija, una papa. Lo que no fue una papa es la promoción del
Santanderrio. Por ser cliente, te prestan una bici un par de horas. Allá fui.
Sabri se quedó en el solárium y yo fui a hacerme el deportista. Domingo 11:12
de la mañana saco la bici. A las 12:00 la devuelvo exhausto, después de
pedalear ida y vuelta hasta Ostende atravesando pendientes y –buenísimo-
bajadas.
En general, almorzamos en la playa -menos ayer que lo hicimos en el solarium del hotel- unos soberbios sánguches
de milanesa ($25 c/1), y cenábamos afuera. El sábado en Il Tomatto, una pizza
mitad napo, mitad jamón y morrones, una Sprite y una Heineken ($125, $107 por
haber hecho check-in en Foursquare), el domingo a la noche cenamos comida mexicana
en Jalisco (acá nos mataron, pero nos mataron, eh), y ayer en La Rosadita, en
Valeria del Mar, una mila a la napolitana con fritas, y una suprema con fritas,
una Seven Up y una Stellita ($140). Hoy la idea es comer pastas en el hotel
mientras miramos River y Boca. Mañana, después del desayuno estamos volviendo.
Hoy a la mañana se generó un pequeño mal entendido. Yo babía dicho al ingresar al hotel que nos quedaríamos hasta el martes o el miércoles. Cuando hoy aviso que nos retirábamos mañana me dijeron que la habitación ya estaba vendida, dado que yo no había confirmado si nos íbamos el miércoles. Bastó con mi cara supongo, ya todo se solucionó sin más intercambio de palabras.
Las vacaciones son un momento ideal para retomar la lectura por placer. El 2012 fue un año vertiginoso, y entre tantas ocupaciones y mis incipientes problemas en la vista no leí la cantidad de libros que solía leer no hace mucho tiempo atrás. Había empezado a leer Historia del cerco de Lisboa, de José Saramago, dos veces sin éxito. El ambiente tranquilo y el encontrarme medianamente desenchufado de lo cotidiano me hicieron emprender la lectura de este autor nuevamente. Y ya liquidé casi media novela, eh.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)